martes, 29 de noviembre de 2022

LOS BARROTES DE UN SUEÑO

 JALOM

«Entonces me asustas con sueños 

y me aterras con visiones» (Job 7:14)


soñé nuestras vidas

peor que amor callado

lo soñé amor mudo 

y el día se hizo oscuro 

la noche a cada segundo 

aun con luna llena en lo alto 

más negra y tenebrosa 

la vida se hizo día oscuro 

todo era ya noche de luto

Dios qué mal sueño 

sueño de amor y culpa.



(tvb)




sábado, 26 de noviembre de 2022

«LUZ PROFUNDA»


Dejo nota aquí del último poemario recién publicado de mi querido amigo y poeta MANUEL EMILIO CASTILLO BONETE, a quien expreso gratitud infinita por su dedicatoria. Esta es para mí más que un sencillo gesto de amistad personal: se trata de una invitación a seguir buscando la clave de bóveda de la unión de todos los nombres. 

Manuel Emilio Castillo posee una torrencial e indómita voluntad de poesía. En sus poemas, cuanto más el «yo» parece imponerse y reinar a lo largo de la escritura, sin embargo, más desaparece en su permanente diálogo con la poesía, personificación esta de la única «divinidad» a la que el poeta interpela. La poesía va una y otra vez a su rescate, pero no como tabla de salvación, sino como esa gran ola que -sin hundirlo ni salvarlo- lo abraza en medio de la tormenta y la zozobra del existir. Y hacia el epicentro oscuro -donde todo se debate entre el ser y el no ser- lo acompaña una y otra vez -poema a poema- siguiendo los destellos de una luz profunda. Porque, ¿qué es SER uno en lo humano sino MIRAR? Amigos en el mirar. 

Como para no estarle agradecido, y aun esperanzado, por la virtud de su mirada poética. 


Feliz sábado. Salud. Abrazos. 

(tvb)

——-


Tres poemas de Manuel Emilio Castillo en Luz profunda:


POST DATA


Hoy no existe el tiempo.

No sé si fue ayer o futuro.

Si fuiste tú o una utopía.


Revivo mi inclinación, 

dejo que el atardecer me defina, 

como me defino yo.


Te entrego mi pensamiento, 

su incondicional respuesta, 

ante cualquier magisterio.


Seré siempre al que encuentres 

en el combate de mis renuncias 

o en el celaje del anonimato.


Cuando me vaya, te hallaré 

con ese rostro que lo dice todo.




RESPUESTA CONTINUA


Vivo en el hogar de mi lenguaje.

Ahí escondo mi tesoro 

y las cenizas de mis ideales.


Tejo reliquias y filigranas 

entre los ajetreos 

del sujeto y del objeto.


Retengo tu asertividad, 

su correspondencia, 

el rumor de los augurios, 

entregados a la noche, 

bajo un astro huidizo.


Allí te ofrezco mi sangre, 

sangre de esta guerra para sobrevivir.




LUZ PROFUNDA


Poseo el sol de la naturaleza 

y retengo lo que no entierra la muerte.


A ti dedico cada una de mis reservas, 

a la ilusión, a mis desmayos, 

a la conexión de mis exclamaciones 

y sus profundidades.


Tras la nada veré todo lo que ignoro, 

el sueño de mis sueños, 

la edad de mi renacer.


Presiento todo aquello que no me has dicho.

Después de todo, seré quien quiero ser;


mirada de luz profunda.




[Manuel Emilio Castillo, Luz profunda, ed. Vitruvio, Madrid, 2022]


























sábado, 29 de octubre de 2022

EN COMPAÑÍA DE…

Hoy, quiero traer aquí la feliz COMPAÑÍA DE JUAN MAYORGA, en cuya persona y obra se hallan las mejores razones para vivir en la virtud de la mirada. Entre estas, su riqueza en «experiencias comunicables», así como su excelencia para compartirlas en momentos que son de los más complicados por serlo donde más lo exige la cosa. ¡Qué forma excelsa la suya de «compartir el pan» para nuestro espíritu de espectadores! Si hay alguien que esté pensando en dar un nuevo y veraz sentido a la idea de «república de las letras», le vendrá de perlas bucear en el «instante eterno» de las letras reunidas por JUAN MAYORGA en su discurso de la recepción del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2022.

Con afectuosa admiración, mi acompañada congratulación. Salud y fuertes abrazos. 

(tvb)



——-

https://www.rtve.es/contenidos/princesa2022/letras.pdf

https://amp.rtve.es/noticias/20221028/juan-mayorga-discurso-princesa-asturias/2407384.shtml



domingo, 24 de abril de 2022

DEL SILENCIO, SU ALUMBRAMIENTO


ABRAZANDO EL SILENCIO


A Rafael Luna García


En el atrio de la palabra


No me hallarán mañana

donde mi velada presencia

les hace querer descubrirme

con sus ojos saltícidos

brújulas de araña

girando sobre los ejes

trazados por sus retinas

rastreando mi espíritu ausente

para clavar su aguijón

en el centro de mi morada

si acaso allí me encontraran.


Me abrazaré al silencio

mi fiel aliado de las palabras

ocultaré bajo su manto

las que callando suenan más santas

Amor, Libertad y Gracia.



(tvb)



METAFÍSICA NATAL


A Tomás Valladolid Ortiz,

y a sus padres. 


Alumbramiento


De antes del comienzo,

los etéreos intramundos

-nebulosas de ensueño

en un universo perdido-

a la espera de abrirse

un tiempo extraordinario

de fulgente estruendo.


Hasta que un escondido

ímpetu -de amor fecundo-

dinamita la nube originaria,

ya cada vez más alejada

disipándose en estrellas,

esparciendo yemas de vida.


Destellos que atraviesan

arcos de las estaciones

-las horas haciéndose días

inercias de un calendario-

reloj natural que despierta

el aroma de las azucenas.


Extensión de dos ánimas 

en el límite más extremo 

de una gruta envolvente,

donde lo interno y externo

se filtran, e intercambian

sus ofrendas celulares 

en la rueca del nacimiento.



(tvb)


——


Nota. La antalogía la edita «Arte Ahora», aspciación cultural presidida por Rafael Luna García. Las fotografías de los paisajes han sido realizadas por Pedro Catedra 

Herreros en la Sierra de Segura. Muchas gracias a ambos por su generosa amistad.



.
















jueves, 21 de abril de 2022

INFUTURA PASCUA

Mañana no vendrá ninguna nube gris 
que descargue su agua de compasión

en cuerpos pestilentes y de tormento,


ni lluvia dulce que ablande los dolores 

ni limpie de pus este siniestro mundo

ni viento limpio ni la tórtola en su vuelo.


Nos aguarda un tiempo fiel en torturas,

con secas tormentas de un seco estío,  

cuyos rayos incendiarán estos campos


en los que ahora yacemos, para avivar

el hedor de una vida plena de llagas

abiertas como surcos sobre la espalda,


por donde los punteros rayos de culpa  

-caídos desde el cielo podrido y oscuro- 

se deslizan hacia la tierra del destierro.


¿O serán tal vez sonrisas acompasando 

la sorpresiva faz de muerte -inhumana-

con bellos rostros de tu vida renaciente?


Todo sea, si es así tu voluntad, salvo 

que tu silencio, oh Señor, fuera mudez;

que tu retirada, nuestro final abandono.



(tvb)







miércoles, 12 de enero de 2022

NIDO DE LUNA

Soy una hoja agitada por ti (P. B. Shelley)



«Escucho voces y pasos 

que retumban con estruendo;

y qué bien conozco ahora

el sitio del que me vienen,

el rincón en que renacen;


recuerdo igualmente cierto

cuánta vida deseando

que no me invadan sus ecos

que regresen al silencio.


¿Hasta qué diáfanos lindes

del oscuro firmamento

ascenderé yo aún vivo, 

(sin enérgico resuello)

como agónico animal

que es degollado en su fuga?


Y sujeto, así que estoy,

¿intentaré abrir las alas 

de este mi grávido espíritu

para ir al más elevado 

y bello nido de Luna?,


¿para mirar -¡no, no!- sino

para vivir dulces sueños

en las cimas del Edén, 

flotando en divino lecho?


Si mis ojos no verán

tierras que dan leche y miel,

¿por qué en esta boca abierta

entran migas del maná

cayendo copos de gracia

desde ese nido de Luna?»


¡Ay, tu conciencia revela

con palabras del desierto

los miedos al horizonte,

que condenan esas puertas 

que abren a mundos vedados;


miedos nutriendo más miedo

(miedos que suplantan dudas)

y que eslabonan a fuego 

día y noche (sin fatiga)

vidas, muertes y deseos!


(tvb)


——-


«Mi descendencia son mis propias obras, producto de una irreprimible vocación, de un esfuerzo por aproximarme con ellas a lo más intimo de los seres y de las cosas que nos rodean, en mi intento de acercamiento a una Humanidad muchas veces sufriente, pero vislumbrando siempre una posible esperanza.» 

[Manuel López-Villaseñor (1924-1926), pintor y autor de los cuadros a que corresponden las imágenes compartidas]. 

.



jueves, 23 de diciembre de 2021

A CONTRAPELO Y A FONDO; SI NO, SE NOS VE EL PLUMERO.

[Publicado en cuenta de Facebook 16/9/2021]


«Por lo general, la ignorancia es tenida por un defecto. Habitualmente, es considerada en su dimensión negativa. Así que habría que analizar por qué y cómo alguien, usando la magia de un discurso presuntuoso, logra que su déficit de inteligencia se convierta en un plus de moralidad». 


(Karl Marx. Cfr. «La crítica moralizante y la moral crítica. Una contribución a la historia cultural alemana. Contra Karl Heinzen», Deutsche-Brüsseler-Zeitung, nº 90, de 11 de noviembre de 1847,  ed. y trad. de Rubén Jaramillo en Karl Marx, Escritos de juventud sobre el derecho 1837-1847, Barcelona, Anthropos, 2008, p. 141)


Lo corriente es que las moralejas vayan al final. Pero como se trata de ir a contramano, ya se sabe, eso del salto del tigre hacia atrás, que diría Walter Benjamin, pues comenzamos al revés, subvirtiendo. De ahí este inicio con unas palabras de Karl Marx dirigidas contra uno de sus críticos. Son términos que valen tanto para detractores de ayer como para apologetas de conveniencia actual. Esto último es el caso que motiva esta entrada de hoy. 


La actual ministra de trabajo ha escrito un prólogo para una nueva edición en castellano del Manifiesto del Partido Comunista (1848) de Marx y Engels. En la parte final de su texto, la ministra hace referencia a Walter Benjamin para vincular esa novedad editorial con la memoria política de «ahora». (Referencia, por cierto, que borra toda la carga teológica del pensamiento de Benjamin complicada de trenzar con los textos de Marx). La atención se me ha quedado fijada en esos párrafos finales porque, a fin de cuentas, muestran que el interés de la ministra está en instrumentalizar a Marx, a Engels, a Benjamin, al ahora del hoy, al ahora del pasado y a quien sea preciso en favor de la conmemoración del centenario del Partido Comunista de España. Vamos, que lo suyo va de lo que va. Que no le falte continuidad a su historia. Por tanto, estas líneas concretas del prólogo:


«Reivindicar tal memoria [de las primeras ediciones de “El manifiesto comunista” en España] es una tarea política, al parecer impensable en una capital amnésica, cuyos gobernantes no han dudado en retirar del espacio público las placas y honores al socialista Francisco Largo Caballero. 

(…)

El “tiempo del ahora”, afirmaba Walter Benjamin, es ese momento concreto en el que el pasado colisiona con el presente y resurge en él. Quizás como esa gran ola que se gesta lejos de la orilla, donde no alcanza la vista, en el medio del mar, y que acaba por romper en la roca bajo nuestros pies. Ahora.


Esta nueva entrega del Manifiesto es, en ese sentido, un acto de memoria y de redención, que se suma, felizmente, a la conmemoración este año del centenario del Partido Comunista de España. Un PCE, fundado en 1921, que sufriría, a lo largo de su convulsa vida, guerras, represión, exilio y clandestinidad».


Hasta aquí, la escritura de la ministra. Lo que sigue, primero, es de una carta de Largo Caballero; segundo, de unos textos de Benjamin. Todo esto, al parecer, es objeto de olvido (¿desconocimiento?) de la ministra, pues para sus fines, con hacer valer el moralismo, es más que suficiente y provechoso el lugar común. Otra cosa es que lo dicho por Largo Caballero y las reflexiones de Benjamin le rompan a la ministra el continuo y le rasguen su homogeneidad histórica. Los textos de Arendt y Lefort, tercero y cuarto, apuntan críticamente a quienes condenan de manera sumarísima todo el pensamiento de Marx, asignándole la paternidad de los horrendos crímenes cometidos por los distintos regímenes de totalitarismo comunista. Para finalizar, y de pasada no tan de pasada, fotografías de textos del encomiable Manuel Sacristán, que bien podría despertar racionalidad marxiana en la ministra (por ejm, en relación con el asunto del aeropuerto de El Prat), eso sí, leyendo de veras a Marx en este siglo XXI en el que una vez más el tiempo está fuera de quicio, y nosotros con la tarea de Hamlet a cuestas. 


Además, añado este enlace a un artículo muy bueno de Felix Ovejero publicado hoy en El Mundo con el título de «En defensa del manifiesto comunista»: https://www.elmundo.es/opinion/2021/09/16/6141c89ce4d4d8755f8b4572.html


(Escolio. Irene Menéndez, personaje de la película EL SECRETO DE SUS OJOS, le espeta lo siguiente al suboficial Espósito: «El pasado no es mi jurisdicción, me declaro incompetente,..., ¡qué causa, por Dios, no se muere nunca!». En otra escena, Ricardo Morales, marido de la víctima Liliana Coloto, le dice a Espósito: «No piense más, va a tener mil pasados y ningún futuro». Estas palabras evocan otras del inicio del film cuando también se entrevistaron los dos: «No tendremos nada más que recuerdos de recuerdos»). 



(tvb)


——-


1. «…, después de la crisis de mayo de 1937 el Gobierno del Sr. Negrín y las ejecutivas del Partido y de la U. G. T., en unión del Partido Comunista, me han seguido persiguiendo en España, hasta el punto de quererme fusilar en unión de mi amigo D. Luis de Araquistain, según testimonio de D. Manuel Azaña en declaración hecha el 5 septiembre de 1940. Y en la emigración en Francia han procurado aislarme todo lo posible». 


[Carta 15 de octubre de 1940. Lo ahí referido por el dirigente socialista fue publicado en El Socialista el 10 de agosto de 1946, y citado en un artículo de Pablo Castellano del nº 9 de agosto 1975 de la revista Tiempo de Historia:


https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/25298/THI~N9~P15-28.pdf?sequence=3&isAllowed=y


Igualmente puede consultarse -de Santos Julia- el final del capítulo 24 de su Vida y tiempo de Manuel Azaña (1880-1940) donde se refiere una visita de Rodolfo Llopis a Azaña en Francia pocos dias antes de su muerte. A su vez, con más detalles y contextualización, en el libro Mis Recuerdos, de Largo Caballero, se reproduce una carta de enero de 1946; esta como primer documento bajo el epígrafe «En el destierro»].


2. «El pasado lleva consigo un índice secreto que le remite a la redención. ¿Acaso no flota en el ambiente algo del aire que respiraron quienes nos precedieron? ¿No hay en las voces a las que prestamos oídos un eco de voces ya acalladas? Y las mujeres que cortejamos ¿no tienen hermanas que ellas nunca conocieron? Si esto es así, entonces existe un misterioso punto de encuentro entre las generaciones pasadas y la nuestra. Hemos sido esperados sobre la tierra. A nosotros, como a cada generación precedente, nos ha sido dada una débil fuerza mesiánica sobre la que el pasado tiene derechos. No se puede despachar esta exigencia a la ligera. Quien profesa el materialismo histórico lo sabe». (Tesis II. La dimensión política de la memoria. De por qué la idea profana de felicidad remite a la de redención). 


«Los temas de meditación que la regla monástica asignaba a los monjes tenían por objeto inculcarles el desprecio del mundo y de sus pompas. Las reflexiones que estamos desarrollando aquí surgen de una preocupación análoga. En un momento en el que los políticos, en los cuales habían puesto sus esperanzas los enemigos del fascismo, andan por los suelos, agravando su derrota con la traición a la propia causa, lo que estas reflexiones pretenden es liberar a los hijos del siglo de las redes en las que les han aprisionado. El punto de partida de las mismas es que la fe ciega de tales políticos en la idea de progreso, su confianza en las «masas que les sirven de base» y, finalmente, su servil sometimiento a un aparato incontrolable, son tres aspectos de la misma realidad. Estas consideraciones quieren darnos una idea de lo caro que cuesta a nuestro habitual modo de pensar concebir una idea de historia que evite toda complicidad con aquella a la que los susodichos políticos siguen aferrados» (Tesis X. La traición del comunismo. De cómo liberar a la izquierda de las redes que la han aprisionado). 


«Los que en cada momento mandan son los herederos de los que alguna vez triunfaron en la historia. La empatía con el vencedor redunda en provecho de los que están mandando. El materialista histórico lo tiene en cuenta. … El materialista histórico guarda sus distancias ante ello. Tiene que cepillar la historia a contrapelo, sin ahorrar esfuerzo alguno.

Quien rebusque en el pasado como si fuera un desván atiborrado de ejemplos y analogías, ése no tiene ni idea de cuánto, en un instante dado, depende de la actualización del pasado. 

En la auténtica escritura de la historia, tan fuerte es el impulso destructor como el que tiende hacia la salvación. ¿Pero de qué puede ser salvado algo que ya ha sido? No desde luego del desprestigio y del desprecio en el que ha caído, sino del ser transmitido de una determinada manera. El modo y manera en que ese pasado es elevado a «herencia» es más desgraciado que lo que pudiera ser su desaparición. La construcción tradicional de la historia gusta de presentar una continuidad. Da importancia a aquellos elementos del pasado que han tenido repercusiones en la historia. Se les escapan aquellos lugares en los que la tradición se interrumpe y, con ellos, las rugosidades y salientes que darían apoyo a quien quisiera ir más allá de la representación corriente de la historia.

No es que lo pasado proyecte su luz sobre lo presente o que lo presente arroje su luz sobre lo pasado; la imagen es aquello en donde el pasado se encuentra con el presente para formar una constelación. Mientras que la relación del antes con el ahora es puramente temporal (continuista), la del pasado con el presente es dialéctica, a saltos». (Materiales preparatorios).


(Walter Benjamin, “Tesis sobre el concepto de Historia” y “Materiales preparatorios para “Sobre el concepto de historia”, en Reyes Mate, Media noche en la historia. Medianoche en la historia. Comentarios a las tesis de Walter Benjamin «Sobre el concepto de historia», Madrid, Trotta, 2006)


3. «En los últimos años se ha puesto de moda asumir una línea sin ruptura entre Marx, Lenin y Stalin, acusando así a Marx de ser el padre de la dominación totalitaria. Muy pocos de entre quienes se entregan a esta línea argumental parecen conscientes de que acusar a Marx de totalitarismo es tanto como acusar a la propia tradición occidental de acabar necesariamente en la monstruosidad de esta nueva forma de gobierno. Quienquiera que alude a Marx alude a la tradición de pensamiento occidental; así, el conservadurismo del que muchos de nuestros nuevos críticos de Marx se enorgullecen es por lo normal un malentendido tan grande como lo es el celo revolucionario del marxista ordinario. (…) Pues las raíces de Marx se hunden mucho más pro-fundamente en la tradición de lo que incluso él mismo supo. Yo pienso que puede mostrarse cómo la línea que va de Aristóteles a Marx muestra a la vez menos rupturas y mucho menos decisivas que la línea que va de Marx a Stalin. (…) Por tanto, un examen serio de Marx, en oposición al rechazo sumario de su nombre y a la conservación con frecuencia inconsciente de los resultados de su enseñanza, es peligroso, de algún modo, en dos aspectos: el examen no puede sino cuestionar ciertas tendencias de las ciencias sociales, que son marxistas en todo menos en el nombre, y cuestionar la hondura del propio pensamiento de Marx; y debe necesariamente examinar las verdaderas cuestiones y perplejidades de nuestra tradición, que ocuparon al propio Marx y con las que él mismo se debatió. El examen de Marx no puede ser, en otras palabras, sino un examen del pensamiento tradicional en la medida en que es aplicable al mundo contemporáneo; un mundo cuya presencia puede retrotraerse a la Revolución industrial, por una parte, y a las revoluciones políticas del siglo dieciocho, por otra. La edad contemporánea planteó al hombre con-temporáneo dos problemas principales, que son independientes de todos los acontecimientos políticos en el sentido estrecho de la palabra: los problemas de la labor y de la Historia. (…) La enorme ventaja práctica del socialismo «científico» de Marx sobre el utópico fue, y aún hoy es, que liberó al movimiento socialista de sus gastadas actitudes moralizantes (…)».


(Hannah Arendt. Karl Marx y la tradición del pensamiento político occidental. Presentación y edición de Agustín Serrano de Haro, Madrid, Encuentro, 2007)


4. «La obra de Marx ha sido habitada por una pasión realista. Por realismo designamos el deseo de un modo de acción que responde a móviles y se subordina a fines, de lo cual la observación muestra que son efectivamente los móviles y los fines de una humanidad empírica. … El realismo de Marx está sostenido por la idea de que la realidad empírica, tal que la compone la historia de los hombres, es accesible al conocimiento y que este descubre ahí el fundamento de la acción adecuada. … La exigencia de la acción no viene a añadirse a la del conocimiento… Sin duda hay que poner en el haber de Marx el descubrimiento de que la realidad social es praxis en todos sus niveles. [Lo cual] significa que el presente es aprehendido como lo que llega a ser gracias a la acción de los hombres y convoca a una labor; que el conocimiento de nuestro mundo no puede estar separado del proyecto de transformarlo; que lo verdadero y lo falso, el bien y el mal no adquieren una determinación más en tanto que términos de la acción revolucionaria; que en su forma consumada, la realidad es la política. Considerada como un enigma, atendiendo a la disposición de medios destinados a la conquista o a la conservación del poder, con una indiferencia más o menos admitida respecto los fines de la moralidad, la política recupera su dignidad cuando se reconoce el lugar donde inscriben las significaciones elaboradas en todos los órdenes de la actividad, bajo la forma de una serie de indices que se miden en función del conocimiento, de la previsión y de la decisión en el campo de lo posible.

Algunos de estos comentarios sugieren que el proyecto realista de Marx, por muy diferente que sea del de Maquiavelo, lleva a una indeterminación. No es paradójico sostener que dándonos cuenta de esta indeterminación, conectamos con su pensamiento, y bajo su efecto cuestionamos nuestro tiempo. Quién, si es que pretende hablar en serio, dirá en nuestro tiempo que los hombres deben regirse bajo un modelo donde se imprime la ley del cosmos y del alma humana; quién pretenderá deducir de los principios de la razón el justo funcionamiento de la sociedad; o enunciar los valores cuya aplicación sería suficiente para guiar la acción política. Marx, y Maquiavelo, están en el centro de nuestro pensamiento porque han destruido las artimañas del idealismo para poder afrontar una sociedad [ordenada] sin jerarquía natural, un poder sin legitimidad [trascendente], una historia sin finalidad [preestablecida]. Si después de haber transitado por Marx resulta que se deben rechazar todas sus tesis, sería necesario convenir que el motivo de la interrogación [de su pensamiento] sigue presente: ¿Qué significa el advenimiento de una sociedad universal donde el hombre se descubre radicalmente extraño al hombre? Y si después de haber transitado por Maquiavelo resulta que no se ha llegado a ninguna imagen de la política, seguramente sería preciso también reconocer que nuestra reflexión vuelve a comenzar con la suya para preguntar: ¿Está condenado el poder a la astucia y la sociedad a la mentira?»


(Claude Lefort, Les formes de l’histoire. Essais d’anthropologie politique, Paris, Gallimard, 1978)



































DE UNA BIOGRAFÍA DE MARX…

 [Publicado en cuenta de Facebook 18/3/2021]

Para mejor saber, para ser más prudentes en el decir y en el actuar, nos es necesario conocer más y mejor. Pero hay épocas más que otras en que no es suficiente, o sea, que ni por esas. 



(tvb)


———


«Las herramientas que Marx forjó para su análisis de la sociedad y la historia aún son útiles, aunque permanezcan olvidadas con demasiada frecuencia, pese a que vivamos en un periodo de sorprendente similitud con el de Marx. (...) Es imposible leer las primeras páginas introductorias, estilísticamente afiladas y retóricamente perfectas, del Manifiesto Comunista sin reconocer en ellas nuestra sociedad. La burguesía “ha ahogado los éxtasis más celestiales del fervor religioso, del entusiasmo caballeresco, del sentimentalismo filisteo, en el agua helada del cálculo egoísta”. ... Hoy día un economismo brutal domina muchas mentes en la medida que se ha vuelto invisibles para ellas. ...; el mercado domina todos los detalles, e incluso los Estados y municipios funcionan como empresas. (...). Marx abrigaba una admiración renuente por los liberales de Mánchester, viéndolos como heraldos de in desarrollo que debía preceder a la sociedad por la que él mismo luchaba; pero los atacó implacablemente cuando decían representar a todo el pueblo -incluidos los trabajadores- contra la aristocracía. [...]    

Con esta biografía he intentado explicar no sólo quién fue Marx en su época, sino por qué sigue siendo una fuente vital de inspiración hoy. [...]


...,  puede ser curioso escribir otra biografía sobre ese hombre sobre el que ya se ha escrito tanto.

Hay una razón crucial por la que lo he hecho, después de todo. Me creo capaz de aportar algo nuevo en relación con biografías anteriores. Una razón importante es que he dedicado mayor atención a de lo habitual en la literatura biográfica a la obra de Marx. La historia de su vida también se incluye aquí, ..., pero son sus escritos los que hacen que Marx sea memorable, influyente, y que siga siendo importante. [...].


La intención de este libro no es sólo proporcionar una imagen lo más completa posible de Marx y, sobre todo, de su trabajo. También es atraer a los lectores a la obra de Marx, que era un escritor apasionante, a veces brillante, a veces cuidadosamente inquisitivo, a menudo polémicamente agudo, y en ocasiones áspero, parcial o irreflexivo. El repertorio de sus conocimientos, así como sus marcos de referencia, era muy amplio. [...].


... sobre el camino más apropiado para entrar en el mundo de las ideas de Marx... El mejor comienzo es la deslumbrante primera sección del Manifiesto Comunista... Después de eso, convendría seguir con los Manuscritos económicos y filosóficos. ... El mejor camino hacia su gran teoría de la sociedad pasa seguramente por su pequeño folleto Value, Price and Profit, ... Desde ahí debería quedar expedito el camino hacia El Capital... Los Grundrisse también quedan así al alcance del lector, [...].


Sin embargo, la columna vertebral de su obra fue su labor en una teoría de la sociedad. (...) No cabe pensar a Marx sin Engels, ni a Engels sin Marx... A veces se presentan como gemelos intelectuales, y a veces se dice que que Engels malinterpretó totalmente a su amigo. Aquí intento dar una respuesta matizada. [...]


... sobre su política, ..., la gran pregunta que queda aún por plantear es: ¿cuál es la relación entre Marx y lo que se denomina “marxismo”? La respuesta requiere una breve exposición de la variada historia del marxismo, que nos hace ver que Marx no era un constructor de sistemas, ... Siempre estaba en movimiento, nunca satisfecho con los resultados que había alcanzado, guiado por lo que él mismo llamaba una pista. 

Al mismo tiempo, se puede reconocer un buena medida su actitud hacia quienes no pensaban como él en el movimiento que inspiró. Podía ser implacable en sus polémicas, expulsando a los disidentes de organizaciones en las que su influencia era decisiva, aunque no siempre fue así; también podia esforzarse por alcanzar compromisos, aunque el diálogo no era su medio natural. Defendía sus propias posiciones con indefectible fuerza y energía.

Sin embargo, es precisamente esa fuerza y energía lomque hace de Marx uno de los grandes clásicos vivos, un clásico que debe ponerse al día constantemente, en especial en una época marcada por un capitalismo despiadado. Marx es el maestro de la obra incompleta y del extracto, así como el perdurable modelo de critico social, tanto en las distancias cortas del periodismo como en el largo espectro de El Capital. Tampoco a él debemos examinarlo acríticamente. Lo sobresaliente, al igual que lo menos defendible -sí, lo más objetable-, deben ser contemplados bajo ese prisma, lo que sólo puede suceder con una minuciosa exposición de sus logros. Historia, exposición y análisis deben amalgamarse en una totalidad.

La nostalgia no es una emoción adecuada para estudiar a Marx. Lo necesitamos para el presente y para el futuro».  


(Sven-Eric Liedeman. Karl Marx. Una biografía, trad. Juanmari Madariaga, ed. Akal, Madrid, 2020, pp. 7-27.)